Esencia Vital, colección invierno 2013, parte I

Esta semana anduve a las corridas mal, mi intención era empezar a mostrarles esto el lunes, pero bueno, entre la joda loca de mi cumple el finde, el feriado que tardé en recuperarme, y demás etc, acá estamos. Sabrán excusarme, saben que las extrañé.

Recibí de parte de Esencia Vital la nueva colección de invierno de este año. Los colores son fantabulosos, y me gustó mucho experimentarlos. No solo eso, sino que tuve el privilegio de poder ponerles el nombre a dos de ellos! Ya saben cómo soy de loca con el tema de las piedras, así que se pueden imaginar cómo me puse cuando me concedieron esa participación.

Hoy les voy a mostrar cuatro colores: Amapola azul, Malaquita, Pirita y Turmalina Oro.

Vamos a los swatches.

Amapola azul es el único esmalte con nombre no piedreril del post. Esta sería una amapola azul del himalaya real, gentileza de mr google:

Para opacidad total necesité tres capas. Me gustó mucho el color, y me hizo acordar mucho a Arándano Dorado de la misma marca, que mostré acá. Son casi casi dupes, pero este tiene un color un poco más profundo, un poco más de azul en el fondo. Algún día les hago un lado a lado así los comparamos.

La pirita era conocido en antaño como el "oro de los tontos" por su gran parecido al oro; muchas personas pensaron al excavar que estaban encontrando oro, cuando en realidad era la pirita riéndose en sus caras. Una suerte de Nelson de las piedras.

En contraparte con este hecho, en la mística de las gemas, una de las propiedades más conocidas de la pirita es atraer el dinero. Se recomienda poner pepitas de pirita en la billetera, o donde se guardan los ahorros, para "llamar" más dinero. En mi colección, tengo dos especímenes de pirita: un par de pepitas, y pirita incrustrada en piedra, en bruto. Miren qué lindo.

(La razón por la cual no me llené de dinero aún debe ser porque me compro tantos esmaltes, ¿no? Trabajen, piritas, TRABAJEN)

Ustedes saben cómo me llevo con los dorados, nunca fueron mi taza de té, sin embargo, este la verdad que se luce bastante, y de todos los colores de la colección, creo que es el que más se aproxima a la piedra real. De hecho, este fue uno de los que le pude elegir el nombre, así que le tengo un poco de cariño por eso también. Basta Meli, no tengas favoritismos que los otros esmaltes se ponen celosos.

Hablando en serio, es re lindo. Es un dorado "frío", no tan naranjoso, que en mi tono de piel sienta mejor que otros tipos de dorado. Se puede distinguir que tiene una base ocre con una multitud de destellos dorados a modo "glass fleck". Dos capas.

La malaquita se usa para aliviar dolores y aportar sabiduría; fue muy usado como amuleto por los griegos y los fenicios; y los egipcios lo molían para formar un pigmento verde y usarlo para maquillarse.

Acabo de imaginarme beauty bloggers egipcias escribiendo reseñas sobre la malaquita y diciendo abajo del post: "El minero me envió esta malaquita sin compromiso y esta es mi reseña sincera".

Un post de Cosmetik Girl Flor de hace 5000 años, hace bocha que postea.

No tenía ninguna malaquita en mi colección, pero mi novio sí, gracias mi amor por prestarme tus piedras para estas cosas tan raras que hago como pintarme las uñas y mostrárselas a la gente por internet.

El color es muy muy lindo, un verde agua intenso, más tendiente al verde que al celeste, con muchas partículas doradas. Dos capas.

Es re grosa la turmalina, es una de las piedras que más me gustan, no tanto por cómo luce sino por sus poderes mega ultra archi harry potter. No sólo aporta claridad mental y ayuda a la concentración, sino que es uno de los amuletos protectores más conocidos y poderosos contra la magia negra y otros males como la mala onda, la envidia, el mal de ojo, y Zulma Lobato.

La turmalina que modela en estas fotos también me la prestó mi novio; yo tengo una pero es muy chiquita.

La variedad más conocida de la turmalina es negra, pero hay una variedad rara de color violeta oscuro, y cuando me dieron la oportunidad de darle nombre a este esmalte, quise rendirle bien merecido homenaje. Además, dicen los gemoterapeutas que, al combinarse con un metal precioso, la turmalina aumenta su poder protector y, en caso de gualicho, "devuelve" a la jabru su mala onda, y es re groso eso, onda que se curta por maldecirnos viste. Que no se retobe.

Amo el violeta con todo mi ser, y posta que este esmalte es muy groso. Está aún más saturado de partículas doradas que los otros colores de la colección, y es tan metalizado que resulta reflectivo a veces, bastante cromado, y llama mucho la atención. Definitivamente uno de mis favoritos de la colección.

Le saqué muchas fotos cual madre primeriza a hijo gordito y lindo. Dos capas.

Resumiendo...

- El pincel es bastante cómodo, larguito y no muy grueso. Si bien no es mi tipo preferido de pincel, no tuve problemas con su uso.
- Secaron MUY RÁPIDO. Y pongo mayúsculas porque este factor me sorprendió bastante, en comparación a otros tonos que he probado de la marca, creo que hubo una mejora en este aspecto.
- Los colores me parecieron adecuados a la temporada.
- Las terminaciones son bonitas.

Mi punto de venta preferido de Esencia Vital es Dulce Diallo, pero pueden consultar otros puntos de venta por Facebook al staff de Esencia Vital.

Julie también hizo reseñas de esta colección, pueden verlas acá.

¿Qué les pareció? En estos días les muestro más colores.


Los productos en este post me fueron regalados por la empresa sin compromiso, y la reseña refleja mi opinión sincera y personal.

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