lunes, 10 de septiembre de 2012

Suéltame espejo: de cómo me liberé de las garras de Narciso

Tenía 17 años cuando mi primer novio me vió una vez en ropa interior y me dijo, textuales palabras:
"Che, tenés un montón de celulitis". 

Me gustaría tener una máquina del tiempo para volver a ese momento y apartar a mi joven persona del camino para propinarle una buena paliza al sujeto en cuestión, y dejarlo sangrando en el piso; porque no se merecía nada menos que eso. Pero no. Mi joven persona se quedó callada y al rato cambió de tema. Como si el comentario no hubiera sido hiriente como una cachetada en el ego de una adolescente.

 




La verdad es que, si me olvido de los demás, amo mi cuerpo. Hay detalles que quizá cambiaría, pero lo conozco bien, y eso lo valoro porque me costó conocerlo, me costó sentirme cómoda con él. 

Mi (ahora afortunadamente) ex, que por su parte tenía mucha panza pero no tenía nada de tacto ni criterio, sí tenía razón en algo: tengo un montón de celulitis, quizá más que la que debería tener a mi edad, y con la actividad física que hago. Pero la verdad es que siempre fuí la última en fijarme. Las únicas veces que me ha molestado mi celulitis es cuando la veo reflejada en la mirada del otro. Una vez, en una de las fotos de mi viaje de egresados, en una foto grupal que estaba en short salí con una celulitis espantosa, quizá exaltada por el ángulo y la iluminación de la escena, y uno de mis compañeros también osó comentarme que era una bomba de celulitis. Por lo menos a ese sí lo pude mandar a la mierda.

Me desarrollé muy temprano. A los 13 años tenía la misma altura que tengo ahora, y fue una explosión de tetas y de culo; dos atributos que jamás me han abandonado, pero con ellos vino la celulitis. Y de hecho no la noté hasta que ví una publicidad de una crema en una revista, que explicaba lo que era. Y pensé "Ah, eso es los pocitos". Tuve la mala fortuna que la mayoría de mis compañeras del colegio eran todas menudas y flaquísimas, y casi sin curvas. Por ende, como cualquier adolescente lo haría, me sentía muy fuera de lugar, de mucho tamaño para mi edad, como si fuera una vieja con celulitis. A lo largo de mi vida me hice todo tipo de tratamientos: masajes, cremas, pastillas y muchos tipos distintos de gimnasia. La celulitis nunca me dejó. Se atenuó quizás, aunque fuera un poquito, pero dejarme, nunca. Y terminé dándome cuenta, con un poquito de internet, que hasta las actrices famosas de Hollywood están llenas de celulitis. Si ellas, que tienen millones de dólares, no pueden sacársela, ¿qué puede pretender una simple hija de vecino como yo?

 


Los años pasaron, y con ellos la experiencia. Descubrir el sexo fue, honestamente, una de las cosas que separaron el antes y el después en mi relación con mi cuerpo; porque con un mínimo de experiencia sexual ya te das cuenta que en el dormitorio no importa tanto si tenés un pozo aquí o allá, el disfrute pasa por otras cosas, como la química que tengas con la otra persona, que pasa tanto por lo físico como por lo emocional. Y por supuesto, a diferencia de mi persona a los 17, aprendí a elegir hombres que no gocen al degradarte por un atributo físico que no podés cambiar. 

Otra relación conflictiva fue con el maquillaje. Soy una persona muy limpia y prolija, casi al extremo de la obsesión. Me lavo los dientes cuatro veces por día, incluído el hilo dental y el enjuague, me exfolio la cara cada 15 días y el cuerpo cada 3 y me pongo cremas y aceites específicos para cada cosa, siempre tengo las uñas de las manos y los pies cortadas milimétricamente y pintadas aunque sea con brillo, me perfumo y me tiro desodorante copiosamente, me baño todos los días sin excepción (hago mucho deporte), y ni hablar de la depilación. Pero odio maquillarme. Siento que me estoy poniendo una máscara pegajosa, me pica la cara, me da ganas de frotarme con una toalla. Ya probé con todo tipo de maquillajes supuestamente "livianos", y la sensación es siempre la misma. Con el tiempo fuí excluyendo el maquillaje de mi vida; lo uso sólo en ocasiones en las que sé que voy a ver mucha gente, y que todas las mujeres van a ir maquilladas, y que si no me maquillo capaz parezco desarreglada. O cuando estoy enferma y tengo que disimular un poco la cara de "me estoy por morir y odio toda forma de vida en este planeta".

Al trabajo, obviamente, voy sin maquillaje, sin excepción. Trabajo todo el día, desde la mañana temprano hasta la noche en un negocio familiar, y no hay nada en este mundo que me motive a maquillarme antes de salir de mi casa. Mi piel está razonablemente sana como para querer taparla.

Se estarán preguntando por qué saqué el tema del maquillaje. No es en vano, porque el otro día, a mis 23 años, me volví a sentir de 17, pero no de una manera afortunada. 

Era un día normal en el trabajo, cuando de repente pasó una tía a saludar; una tía que no veo muy frecuentemente. Charlamos un rato, y cuando me saludó para irse, me tiró un comentario casual: "Che, un poco de maquillaje no te vendría mal, no tenés lindo aspecto". 

Y se fue. Así de impune. Y tampoco le pude contestar. Me quedé muda, sin saber qué decirle. De hecho me quedé muda como media hora. No sabía cómo reaccionar. ¿Me tenía que poner mal? ¿Me tenía que enojar? ¿Me tenía que chupar un huevo? Me miré en uno de los espejos del local. No tenía mal aspecto. Estaba un poco ojerosa, pero eso siempre. Tenía un grano arriba de la ceja, justo abajo del flequillo. Tenía pecas porque a la mañana había tenido que ir a pagar unas cuentas y había hecho cola abajo del sol. Tenía una mancha roja en la pera, de misterioso origen. Pero no, no tenía mal aspecto. Definitivamente tenía que elegir que me chupe un huevo. Sin embargo me enojé, y me enojé bastante. Con mi tía por creerse dueña del derecho a opinar sobre mi aspecto, con la sociedad por creer en pieles perfectas y mujeres que trabajan todo el día y no tienen ni medio grano ni media ojera, con el panzón de mi ex por decirme que tenía celulitis, y conmigo misma por no mandarlos a todos a la concha de su madre.

Y fue ahí cuando lo entendí. La única razón por la cual otras personas se habían sentido con el derecho a juzgar mi apariencia era porque ellos también se sentían juzgados. Porque ellos también se sentían sujetos a esos parámetros. No hay otra explicación posible. 

Darme cuenta de esto fue una liberación. Porque estar sujeto a esos parámetros es una elección. No es una imposición real. Uno elije creer en Dios o no; esto es exactamente el mismo concepto. Elegimos poner fe en un concepto que nosotros mismos creamos. Lo creamos y luego nos creemos esclavos de él. Como decía el amigo Nietzsche.

Los cuerpos y los rostros vienen en infinitas formas, colores y tamaños como para imponer un estándar al cual tengamos que sujetarnos todos. La belleza es subjetiva. A unos les puede gustar la voluptuosidad, a otros la delgadez, a algunos puede repelerles la celulitis, y a otros no les importa. A algunos les puede encantar ver una mujer maquillada modestamente, y a otros capaz les gusta más al natural. No hay manera que nos pongamos todos de acuerdo, ¡y menos mal!

Mi método, desde esa epifanía, es que cada vez que noto que me empieza a molestar algo de mi cuerpo, me imagino por un momento que estoy sola en una isla desierta, desnuda. Y ahí sí, me pregunto: ¿me molesta realmente esto si veo mi reflejo en las paradisíacas aguas del mar? Si la respuesta es no, entonces descarto el pensamiento inmediatamente y vuelvo a alguna actividad que valga la pena.

Si yo elijo que no me importa, entonces lo que elijan los demás, sinceramente, y ahora sí, me chupa un huevo. 

Gracias Nietzsche. 

 

Estoy en Facebook, si querés visitame y poneme "me gusta", y podés dejarme mensajes o comentarios. :) 

18 comentarios:

  1. Me cope leyendo tu blog (porque como te daras cuenta es la segunda firma jajaja).
    Tenes muuuuuucha razon, me paso EXACTAMENTE lo mismo con la celulitis, nunca me di cuenta hasta que me lo dijeron y ahi empece con la paranoia.
    Que te chupe un huevo es la unica manera, no podes andar pensando o poniendote mal cada vez que te critiquen algo porque a la gente le encaaaaaanta criticar, es como un hobby en comun que tiene todo el mundo.
    Y tengo que decirte (va a sonar lesbico, no soy lesbiana igual jajaja) que sos reee linda sin maquillaje! :)
    un beso!

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  2. Me pareció muy acertada tu opinión. Nadie tiene derecho a juzgar la forma en la que nos vemos, y si no te gusta el maquillaje no tenés por qué usarlo.
    No tengo mucho más que agregar, simplemente me gustó mucho lo que dijiste

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  3. es la primera vez que te leo y debo decir que te banco!
    abajo con el estereotipo de la mujer de pelo piel y físico perfecto!
    trabajo todo el día igual que vos, y detesto tener que ponerme base por ejemplo, busco en el maquillaje para no tener tanta cara de zombi a la mañana pero no me gusta parecer un panda o un payaso con el pasar de las horas ...
    Me quedo con tu reflexión y voy a seguir leyendote!

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    1. Gracias Luli, con lo del panda me siento muy identificada cada vez que fortuitamente me maquillo para salir a la noche, el delineador hace un viaje de ida por mis ojeras y cuando vuelvo a casa ya me estoy pareciendo a un zombie de The Walking Dead.

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  4. Totalmente de acuerdo con vos ! acabo de descubrir tu blog gracias a Alesita y estoy segura que de ahora en más va ser uno de mis preferidos :). Nadie es perfecto, la gente critica porque están al pedo o parece que se sienten mejor con ellos mismos al hacerlo,no hay que darles bola!
    Sos muy linda (y no, no soy torta)
    Un beso!

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    1. Gracias Mica! Los piropos me están alegrando la mañana, voy a salir a la calle caminando al ritmo imaginario de una canción de pasarela.

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  5. Como todos los comentarios anteriores, acabo de descubrir tu blog tambien y me encanto :)
    Este post es.. wow! Te aplaudo!
    Desde chica siempre fui un poco rellenita, a los 17 pesaba 60 kilos, estaba mas que bien midiendo 1.65, hasta que un dia.. un compañero me dijo (hablando de chicas) ''vos sos linda y te daria.. pero si pesaras cinco kilos menos'' y me quede O_o y lo deje pasar aunque me peso porque dentro de todo, yo no sentia que me veia mal
    Al año siguiente me mude a Capital a estudiar y en tres años, hasta el dia de hoy, por desarreglos hormonales mas comer comer y comer, llegue a aumentar 18 kilos! Y es increible como la mayor parte de las personas se meten en tu vida y te dicen ''che, hace dieta, mira la panza/cola/espalda que tenes'' o ''no puedo creer que uses ese talle de pantalon'' y bueno.. Cambiare a mi ritmo, pero aprendi a cerrarme a esos comentarios que mas que ayudarme, me hieren y tiran abajo. Y lo del maquillaje puf.. mi abuela siempre me dice ''que linda que es tu amiga x, siempre tan arreglada y maquillada ella, porque vos no te arreglas asi?''
    Cada uno debe ser como es, y si no se siente a gusto, cambiarse a si mismo en la forma que pueda o quiera hacerlo :)
    Saludos!

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    1. Tal cual!

      Yo al compañero ese le diría... "Y vos si tuvieras 10 cm más de músculos en los brazos y menos cara de gil también te daría".

      (Con los 10 cm se me ocurrió otra cosa pero era muy vulgar de mi parte XD)

      Yo una vez salí con un flaco que me dijo... "Estás más gorda que cuando empezamos a salir, no querés salimos a correr juntos?" Chabón, WTF, quién sos, Rocky Balboa? Obviamente que no duró mucho en mi vida, como la mayoría de los pelotudos.

      A veces no entiendo a algunas personas, seguro se miran en el espejo y ven a Megan Fox o Brad Pitt y se sienten con autoridad de juzgar a otros.

      Apoyo al 100% tu actitud!

      Besos.

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  6. recién encuentro tu blog gracias al de Alesita del que me volví fanática.
    cuanod leí el texto(recomiendo leerlo completo porque no tiene desperdicio) me sentí identificada, las frases que te dijo tu ex a esa edad a mi me pasó solo que tenía un año más que vos.lo mismo de salir a correr, fue la misma persona. obviamente actualmente es ex además de ser un boludo importante. en ese momento también me dolió mucho pero ahora que estoy más vieja miro para atrás y tendría que haberle dicho que se mire en un espejo(panzón ,sin una pizca de músculo, y feo!, los que dicen que le amor es ciego estan 100% en lo cierto), pero bueno...lo importante es quererse a uno mismo y siempre tratar de mejorarse, pero no para los demás sino para una misma.
    felicitaciones nuevamente por el blog!

    pd: ahora en mi trabajo, que comparto con muchisima gente , impongo moda!.

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  7. yo también te descubrí gracias a Ale, y siempre pensé que era la única a la que le pasaban esas cosas (a mí en particular me pasó que toda la adolescencia los tipos me dijeran chata). yo siempre me pregunto si la gente tendrá noción del daño que le puede causar a otro o es lo que decís, que maltratan y agreden porque se sienten agredidos y maltratados (o sea, nn que caminás por la calle, qué corno te importa si no tengo tetas?). En fin, también es parte de una sociedad machista donde los hombres se creen con derecho sobre el cuerpo de la mujer, y muchas mujeres compran y hacen propio ese discurso
    aabrazo

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  8. Qué acertadas tus palabras mujer!!! Cansada de odiarme y odiar mi odio hacia mí misma.. siento realmente que tenés toda la razón, la gente te critica y apunta en aquello que le molesta o juzgan de ellos mismos, ya sea con el cuerpo, con una profesión, con una idea, etc. etc. Te felicito por poder racionalizar ese complejo y ponerlo en palabras para que pueda servirle a alguien más! Gracias..

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  9. Me gusta mucho tu conclusión, como que al final los demás ejercen presión porque ellos también se sienten presionados, y así vamos replicando un modelo lleno de estupideces en post de un ideal de belleza, basta con mirar en la historia las diferentes "torturas a las que se sometían y se someten las mujeres para adaptarse a ese ideal.
    Muy bueno tu post, lo ame :*

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  10. Meli, Caigo tarde a leer este post, pero me es imposible no comentarte algo después de leerlo... Me parece que muchas tenemos experiencias con Exs salames que no les daban los dos dedos de frente que tenían para calcular si un comentario que nos iban a hacer en relación a nuestro cuerpo podría ser hiriente o no u.u
    Pero me parece muy interesante leer tu experiencia de como vos pudiste separar eso que vos percibis de lo que ven los demás, de lo que vos percibis de tu propia imágen corporal... y a la vez aprender a darle importancia a la opinión que realmente vale, la tuya.
    Yo también tengo 23 años, y me costó mucho tiempo poder hacer todo ese proceso.. pero para terminar de darme cuenta de todo esto, me costó mi fractura de tobillo (que resultó en una operación en la que me llenaron de tornillos) a principio de año gracias a intentar usar zapatos de plataforma y adaptarme a la moda de usar "algo con taco" porque aparentemente para las señoras "una altura de 1.60 no era suficiente" y "te va a hacerte ver más flaca" o "va a quedar más elegante". De ahora en más me impongo mi propia moda, cuido a mi cuerpo de la forma en la que a mi me parezca que va mas acorde a mí, y por sobre todo, me chupan un huevo los que no estén de acuerdo. Qué resultó de la fractura? Empezar a hacer nail art, maquillaje a full (porque llevarlo al extremo a mí me resulta fascinante... dentro de poco voy a empezar a subir algo de eso a mi blog), moda propia y además... nuevo novio que adora cómo me veo y como soy :3 Así que a liberarse del Narciso!! Ojalá sigas escribiendo cosas así porque están espectaculares!
    Un beso!

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  11. Hey, excelente blog :D Llegué a través de Alesita, intrigada, porque también soy loca de las uñas... y me encanta encontrar ideas y ver a gente que también le pone onda a su colección de esmaltes!


    Tu post es fantástico, inclusive amé la redacción y frontalidad.

    Creo que lo más necesario para solucionar tu problema era la convicción.
    Quiero decir, porque es amor propio y sentido común!! Nosotros tenemos que ser nuestra propia medida, debido a que somos los que habitamos nuestra piel, nuestro cuerpo, nuestros deseos y nuestra rutina. Es imposible (e innecesario) agradarle a cuanta gente existe en este planeta, por el simple hecho de que hay tantas opiniones y gustos, como cristales desde donde se nos observe. Y es un hecho: no hay dos personas iguales; por ende, no puede haber una sola perfección. No sé si me explico. Hay mil millones de variantes estéticas, así como actitudinales y aptitudinales.

    Y ahí es donde meto la mala onda en el post :P jajaja Quiero decir, el problema! O mejor dicho el *mío*.

    De niña/adolescente sí tuve una ligera época de afección respecto de lo que la gente suele opinar y decir sobre uno. Aunque nunca tuve situaciones como las que contaste, de "agresión" indirecta, o de verme juzgada directamente por familiares o... novios(?). Pero boludeces en general sí.
    Y si uno es medio inseguro, o escucha demasiado la opinión de los demás (aunque nunca la hayamos pedido y venga gratis) allí es que nos vemos influenciados.
    Así también, creo que lo que nos afecta, es lo que UNO PIENSA que el otro piensa. Cachai? Aunque nadie diga nada!!! Es la propia inseguridad reflejada en el otro. Porque claro, la gente SIEMPRE tiene algo para decir, pero no siempre abren la boca. Pasa que encima cuando la abren y mandan comentarios sutiles (o no tanto)... bueno, es lo peor, sí. "De todas maneras a vos qué te importaaaaaaaaaaaaa???" Dan ganas de gritar.
    En fin, esa etapa la superé, creo, airosa como en tu caso o un poquito menos... Quizás sin musiquita de victoria jaja

    Mi problema particular no pasa con el "otro"; sino que mi problema pasa por MI propio stándard impuesto. Perfeccionista y con un sentido estético ideal, muy estricto...



    A ver, paso a otro comment y te cuento (no me deja los caracteres!)

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  13. Ahora sí, empiezo por el contexto. Soy una persona ligeramente excéntrica y de gustos "raros" (entiéndase: no corresponden a la media usual) y estoy BIEN así.
    Algunos me dicen "rara/friki", pero visto desde quienes me lo han dicho, no es algo para nada negativo! Mis costumbres y elecciones estéticas + de moda/vestuario + accesorios + temática en general, salen bastaaaante de lo que se ve mayormente en la calle y vidrieras. O sea: pelo de colores; a veces medio otaku o medio morticia; uñas locas; accesorios gamer/geek y adoración por lo vintage, por citar algunas cosas. Una combinación extraña, y medio histriónica, pero muy mía y me encanta. Claramente tengo muchas facetas... y creo que la expresión corporal está buena, y espara eso. Uno aplica tantas capas y matices como quiera!

    Siempre y cuando salga naturalmente y no sea algo demasiado forzado, no veo por qué está mal tomarse lo estético como algo lúdico. Si vamos al caso, el interior es el que intenta expresarse y expandirse, y la única manera "física" de hacerlo (hay otras que no son físicas), es a través de nuestro cuerpo, que no es más que una herramienta, un utensilio de expresión personal arraigado.

    Es cierto que en estos casos la gente "normal" te mira o te "señala", pero es natural que un punto rojo brillante llame la atención, cuando está rodeado de puntos negros.
    Y ningún color de puntos está bien o mal!!! Ambos pueden ser lo que quieran y como quieran, a mi entender.
    Hasta ahí, divino.

    Pero por otro lado, anatómicamente hablando, no fui muy bendecida :P (o sea, ahí se pudre todo) Mido 1,56 con 58KG y adhieren un par de problemas estéticos en general... De uñas (imposibles usarlas al natural, me sucede lo que te sucede a vos, pero en mayor medida: descamadas, quebradizas, se manchan...); de piel (manchas, celulitis, estrías, depilación estigmáticamente imprescindible y frecuente) y otras desproporciones físicas y biológicas de las que Scarlett Johanson se cagaría de la risa. (esperá, esa fue tu foto no? jajaja perdón, cero farándula). No voy a hablar de todo acá para no quedar MAS emo ni molesta jaja pero la verdad... es lo peor que me podría pasar, porque MI stándard de belleza, es completamente otro. Es más... equilibrado.
    Y comparo. Y comparo. Y miro a la gente en la calle y comparo. Y ansío, y sufro :P
    Y entiendo que "podría ser peor"..... PERO TAMBIEN PODRIA HABER SIDO MEJOR :P No me puteen, yo ya sé que de nada sirve quejarse de algo que no se puede cambiar, pero cuando las cosas con el paso del tiempo se van acumulando, y no tenés realmente UN maldito punto fuerte.... se trata de vivir disimulando. O tratando de adaptarte. No realmente de disfrutar el cuerpo.

    Así que sí, es difícil luchar contra los demás... pero una vez que diste vuelta la cara y dejaste de escuchar las bobadas ajenas... el problema es callar tu voz interior, que clama enojada por no haber sacado ningún número en la fucking rifa de repartijas.

    No sé si alguna vez me llegue a amigar con mi cuerpo.... aunque me acepto, y trato cada vez de hacerme menos drama, que no me importe. Pero no se trata de "tolerarse", para no vivir en el drama... Se trata de aprovechar lo bueno, y no enfocar en lo malo!!! Pero bueno, no estoy tan equilibrada como me gustaría.

    Y (no tan) en el fondo, a mi siempre me va a importar. Porque SI puedo vivir con la celulitis, tapar las uñas rotas con esmalte, no usar bikini demasiado cavada, jamás comprar un jean en Complot o Ayres (talle XXXXS al XS), decolorarme los vellos del brazo, etc. Pero eso no es vidaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa. Yo también quiero presumir, aunque más no sea conmigo misma :P

    Me quiero, pero no me gusto♥
    (Si alguien vende números para la repartija próxima, avisen)


    Saludos, niña!
    Espero que no te moleste mi bardo particular jajaja Insisto en que sos una grosa y tu blog está muy lindo, desde una perspectiva MUY bancable y admirable. Yo te bancoooo!♥♥

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