No todo lo que brilla es un esmalte copado

El domingo les mostré en este post los dos esmaltes que me había comprado de la nueva colección de Rimmel, "Precious Stones", que llegó hace poco a las góndolas. Acá vienen los swatches que prometí.

Les tenía mucha fe a estos esmaltes porque la verdad que en la botellita se veían preciosos. De la realidad a la botellita, me dí cuenta, hay una distancia enorme.

 Si querés saber por qué me quedaron los dedos tan manchados, apretá en "Seguir leyendo".




Una cosa me llamó la atención desde el principio: Atrás de la botellita, en vez de la típica lista de ingredientes, dice, en muchos idiomas, "Aplicar con una base protectora Rimmel" y "Para mejor resultado, aplicar dos capas". O sea que si quiero saber si es B3F o no, no tengo manera. De hecho busqué en internet y no encontré información al respecto. Ya sé que a muchas de ustedes no les importa ese asunto, pero cuando un esmalte te avisa que te pongas una capa protectora debajo, es de temer. Yo por las dudas me puse una capa de base Sally Hansen Miracle Growth.

El envase contiene 8ml y tiene el clásico pincel ancho y cortito que suele tener Rimmel en sus esmaltes.

Empecemos con el rojo, "Ruby crush". Consiste en un glitter rojo muuuuuy finito y glitters plateados un poco más grandes y redondos.

  

El otro, "Diamond dust", es un glitter gris finito con glitters más grandes y holográficos.

 

La fórmula es similar en los dos, así que haré observaciones generales:

La aplicación era muy complicada, para ambos pero más aún para Diamond Dust. La combinación pincel ancho + esmalte espeso y granuloso no funciona para nada, es imposible aplicarlo parejo y se acumula en los costados por más cuidado que tengas en la aplicación.

En las fotos tengo tres capas de cada uno, y a pesar de que me pinté con toda la precisión de la que soy capaz, no pude evitar mancharme los bordes. Y cuando quise corregir con un hisopo con quitaesmalte, como hago siempre, fue IMPOSIBLE sacarme los excedentes. Los glitters estaban demasiado pegados a la piel. Y olvidate que te quede parejo en densidad. En algunas partes me quedó demasiado cargado y en otras se ve parte de la uña.

La textura no queda lisa, sino bastante rugosa y mate, como se puede notar en esta foto. Parece una piedra con diamantes incrustados, lo cual, debo admitir, es bastante original:

No me molestan los esmaltes con textura, de hecho me parecen novedosos, y en este caso el efecto está bien buscado, pero si no se puede pintar parejo la uña, no queda prolijo, queda como si me hubiera pintado a las apuradas y se me hubiera empastado todo el esmalte. Creo que con dos o tres capas de top coat quedaría liso, pero la verdad que no probé, porque se supone que el acabado tiene que quedar así, no brilloso y liso. Y no creo que sea una solución tampoco, porque las partes desparejas se notarían igual.

¿La verdad? Me decepcionaron un poco. Incluso no puedo decir que con un color de base y aplicando una capa de esto se salvaría, porque no creo que quede lo suficientemente parejo. Algún día quizá lo intente. Pero no será pronto.


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